Real Decreto-ley 14/2021, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público.
La Constitución EspaƱola, en su artĆculo 103, exige a la Administración PĆŗblica que el desempeƱo de su actividad se realice con garantĆa de objetividad e imparcialidad y con sometimiento al principio de eficacia. Del mismo modo, nuestra Norma Suprema obliga a que el acceso a las funciones pĆŗblicas se efectĆŗe en condiciones de igualdad y de acuerdo con los principios de mĆ©rito y capacidad, segĆŗn se establece en los artĆculos 23.2 y 103.3.
La modernización y mejora de la Administración Pública ha constituido un objetivo permanente a lo largo de distintas etapas, necesario para dar cumplimiento al mandato constitucional de contar con una Administración eficaz en su actuar al servicio de los intereses generales.
Por otro lado, las Administraciones PĆŗblicas han tenido que hacer frente a desafĆos derivados de importantes transformaciones económicas y sociodemogrĆ”ficas en su labor de garantizar la prestación de unos servicios pĆŗblicos de calidad. Cambios que han afectado y afectan con especial intensidad a las organizaciones pĆŗblicas, las cuales afrontan el reto de responder a nuevas demandas y necesidades de los ciudadanos. Todos estos objetivos de modernización y mejora de la calidad de los servicios pĆŗblicos no se pueden alcanzar sin una adecuada gestión del principal activo con el que cuenta la Administración, como es su capital humano.
La mejor gestión del empleo al servicio de las distintas Administraciones PĆŗblicas exige, sin duda, disponer de polĆticas coherentes y racionales de dotación de efectivos de carĆ”cter permanente, que cubran las necesidades reales de los servicios y limiten la temporalidad a la atención de necesidades de carĆ”cter estrictamente coyuntural.
La consolidación del Estado del bienestar y el intenso proceso de descentralización territorial generaron durante las dos primeras dĆ©cadas de vigencia de la Constitución EspaƱola de 1978 un intenso crecimiento del empleo pĆŗblico y una redistribución de efectivos desde la Administración central a la autonómica. AsĆ, la provisión pĆŗblica de servicios bĆ”sicos o esenciales propios del Estado social y democrĆ”tico de derecho y su extensión al conjunto de la población condicionó, en el transcurso de esos aƱos, la necesidad de reforzar la dotación de personal al servicio de las Administraciones PĆŗblicas para garantizar su desarrollo.
En paralelo a este proceso, la evolución del empleo en el sector pĆŗblico en EspaƱa viene marcada por el aumento de la tasa de temporalidad, que ha llegado al extremo de que casi un treinta por ciento de los empleados pĆŗblicos en EspaƱa tienen o han tenido un vĆnculo profesional temporal con la Administración PĆŗblica.