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Amazon contra los trabajadores

Stuart Appelbaum / Christy Hoffmanā€Æā€Æ 26/02/2021

Los piquetes antisindicatos del gigante norteamericano emprenden una guerra psicolĆ³gica contra sus empleados y les acosan incluso cuando van al baƱo.

Decir que Amazon, posiblemente la empresa mĆ”s poderosa del mundo, tiene una relaciĆ³n conflictiva con los sindicatos serĆ­a un eufemismo.ā€ÆLos trabajadores espaƱoles lo saben muy bien.ā€ÆAl fin y al cabo, miles de ellos en lugares como San Fernando de Henares o El Pratā€Æhan estado en conflicto exigiendo que la empresa estadounidense respeteĀ derechos laborales bĆ”sicos.

Lo que la mayor parte de los espaƱoles no sabe es que en Estados Unidos, donde Amazon emplea a mĆ”s de 800.000 trabajadores, casi 6.000 empleados de almacenes en Bessemer, Alabama, estĆ”n votando por correo para formar lo que podrĆ­a ser el primer sindicato de Amazon en Estados Unidos. Esta elecciĆ³n es importante. Para muchos trabajadores es, junto con las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos, una de las votacionesĀ  mĆ”s importantes de su vida.

Como sindicalistas estadounidenses con muchos aƱos de trabajo internacional, sabemos lo difĆ­cil que es transmitir a nuestros colegas europeos las brutales campaƱas antisindicales de las empresas estadounidenses. Las amenazas, las mentiras, la coacciĆ³n y las tĆ”cticas destructivas basadas en perfiles individuales son algo habitual. Este actividad antisindical (consultoras que se dedican a asesorar a las multinacionales a evitar la creaciĆ³n de sindicatos) genera ya alrededor deĀ 340 millones de dĆ³lares anuales, segĆŗn el Economic Policy Institute, y estĆ” siendo puesta en prĆ”ctica por verdaderos especialistas en una guerra psicolĆ³gica que roza la ilegalidad.

Y, como no podĆ­a ser de otra manera, Amazon ya estĆ” utilizando sus recursos ilimitados para pagar a algunos de los mĆ”s tristemente cĆ©lebres y despiadados rompesindicatos, con el Ćŗnico fin de evitar tener que sentarse a la mesa de negociaciĆ³n con los trabajadores de Bessemer.

Porque, en caso de que la mayorĆ­a de estos trabajadores vote ā€œsĆ­ā€, Amazon estarĆ” obligado por ley a reconocer al sindicato y a participar en la negociaciĆ³n colectiva, algo que Amazon intenta evitar por todos los medios, incluso en muchos paĆ­ses europeos.

La buena noticia es que en Bessemer, la mayorĆ­a de los trabajadores, mĆ”s de 3.000, ya ha firmado las tarjetas presentadas al gobierno estadounidense en las que declaran que quieren formar un sindicato.Ā  Para conseguir una elecciĆ³n sindical dirigida por el gobierno, al menos un tercio de los trabajadores tiene que manifestar este apoyo.

Esto es una seƱal clara de que estos trabajadores de Amazon quieren un cambio, tener voz en el trabajo para negociar sus condiciones laborales. ā€ÆLa pandemia ha puesto aĆŗn mĆ”s de manifiesto la injusticia de una empresa que se beneficia de unas ventas sin precedentes mientras los trabajadores tienen que soportar unas exigencias de producciĆ³n cada vez mayores. Nada impide que Amazon reconozca al sindicato en base al amplio apoyo mostrado por estas tarjetas

Pero desgraciadamente, Amazon ha optado por emprender una agresiva campaƱa de intimidaciĆ³n y desinformaciĆ³n que se ha colado en todos los espacios de trabajo, incluso en los cuartos de baƱo… AdemĆ”s, los directivos de Amazon estĆ”n celebrando reuniones con gran presiĆ³n para influir en el voto de los trabajadores. SegĆŗn nuestra experiencia, estos discursos intensos y antisindicales pueden infundir miedo a perder el empleo, a ser relegados o a otros tipos de represalias. A menudo presentan vĆ­deos intimidatorios de huelgas y dicen que los sindicatos son una apuesta, sin garantĆ­a de un futuro mejor.

La empresa tambiĆ©n ha enviado un aluviĆ³n de mensajes antisindicales y ha creado un sitio web con mucha informaciĆ³n engaƱosa. Los trabajadores son recibidos en su puesto de trabajo por dos grandes pancartas publicitarias en las que se puede leer ā€œDO IT WITHOUT DUESā€.Ā  (HAZLO SIN CUOTAS).

Y tal vez lo mĆ”s grave es que Amazon ha invocado el hecho de que el voto se realiza por correo.ā€Æ Al igual que en el caso de la campaƱa de Trump, Amazon argumenta errĆ³neamente que los votos por correo son fraudulentos. Pero en realidad, el voto por correo da a la gente la oportunidad de votar en la intimidad de sus hogares, lejos de la mirada de la direcciĆ³n, y sin el mayor riesgo de exposiciĆ³n a la covid-19.ā€Æ Y tambiĆ©n con menos tiempo para que Amazon les bombardee con mensajes hasta el momento de la votaciĆ³n.

En Estados Unidos, hay esperanza de que el nuevo presidente, Joe Biden, dƩ paso a una nueva oportunidad para prohibir estas prƔcticas antidemocrƔticas.

Aunque, mientras tanto, los intentos actuales de Amazon de socavar la democracia en el lugar de trabajo deberĆ­an exponerse al mundo como lo que son: un retroceso duro y al estilo feudal del siglo XIX.

La Ćŗnica manera de vencer esta forma tan brutal y tan americana de actuar es teniendo la audacia de mantenerse unidos, la voluntad de organizarse para conseguir el poder y el compromiso de desafiar las dificultades. Esto es precisamente lo que los trabajadores de Amazon estĆ”n haciendo hoy en Bessemer, Alabama, y por lo que los trabajadores de todo el mundo, incluidos los de EspaƱa, los animan.

Una empresa que tiene tanto poder sobre el futuro del comercio y el trabajo debe ceƱirse a normas mĆ”s elevadas, no a las peores prĆ”cticas del pasado.ā€ÆLa empresa tecno mĆ”s grande del mundo deberĆ­a fomentar la democracia en el lugar de trabajo, no tratar de destruirla.

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